viernes, 5 de octubre de 2012

Dios te dice...

Una de los aspectos más importantes del cristiano es descubrir a Dios en las cosas cotidianas para poder establecer un diálogo de oración continuo con El.

En esta dinámica se relacionan circunstancias de la vida con la respuesta de Dios, haciendo especial hincapié en el amor y la misericordia divinas. 

======================
Dinámica: Dios te dice...

Objetivo: meditar sobre misericordia de Dios con cada uno de nosotros, a pesar de nuestras limitaciones.

Material: fotocopia del texto para trabajar sobre él.

Duración: Entre 30m. y una hora de trabajo personal. Puesta en común opcional. 

Realización sugerida:
1) Leer el pasaje de las bienaventuranzas Mt 5, 1-12
2) Hacer una meditación centrada en el pasaje y en la misericordia de Dios.
3) Repartir el texto y dejar 30 minutos de meditación personal, sugiriendo añadir alguna línea más al texto.
Si las personas tienen agilidad en el manejo del Nuevo Testamento se puede pedir que busquen las citas apropiadas a cada frase y luego lo pongan en común explicando el porqué.
4) Puesta en común, compartiendo las líneas añadidas. 

Texto:


DIOS TE DICE...

Si nadie te ama, mi alegría es amarte.
Si lloras, estoy deseando consolarte.
Si eres débil, te daré mi fuerza y mi alegría.
Si nadie te necesita, yo te busco.
Si eres inútil, yo no puedo prescindir de ti.
Si estás vacío, mi ternura te colmará.
Si tienes miedo, te llevo en mis brazos.
Si quieres caminar, iré contigo.
Si me llamas, vengo siempre.
Si te pierdes, no duermo hasta encontrarte.
Si estás cansado, soy tu descanso.
Si pecas, soy tu perdón.
Si me hablas, trátame de tú.
Si me pides, soy don para ti.
Si me necesitas, te digo: estoy aquí dentro de ti.
Si te resistes, no quiero que hagas nada a la fuerza.
Si estás a oscuras, soy lámpara para tus pasos.
Si tienes hambre, soy pan de vida para ti.
Si eres infiel, yo soy fiel contigo.
Si quieres hablar, yo te escucho siempre.
Si me miras, verás la verdad en tu corazón.
Si estás en prisión, te voy a visitar y liberar.
Si te marchas, no quiero que guardes las apariencias.
Si piensas que soy tu rival, no quiero quedar por encima de ti.
Si quieres ver mi rostro, mira una flor, una fuente, un niño.
Si estás excluido, yo te acojo.
Si todos te olvidan, mis entrañas se estremecen recordándote.
Si no tienes a nadie, me tienes a mí.


Taller de oración