viernes, 26 de diciembre de 2014

Pinceladas del misterio de Jesús

Una meditación sobre el misterio de la encarnación de Jesús en ocho pinceladas breves.

Puede servir para reflexionar en un retiro del tiempo de Adviento y en general para acercar al conocimiento de Jesucristo. 

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Pinceladas del misterio de Jesús

1. Jesús es el Dios que, siendo rico, se hizo pobre para enriquecemos (2Co 8, 9). No tenía dónde nacer ni dónde reclinar la cabeza (Mt 8, 20). Es una pobreza fruto del amor. Todo el que ama se hace pobre. Jesús bendice a los pobres, no la pobreza, que puede ser miseria y muerte.

2. Jesús es el Dios que, siendo grande, se empequeñece; siendo poderoso, se debilita; siendo apasionado, no se cansa de perdonar y esperar. Es manso y humilde de corazón (Mt 11, 29) Serán preferidos suyos los que se hagan como niños (Mc 10, 14- 16) Y su pueblo escogido será «pobre y humilde» (So 3, 12)

3. Jesús es el Dios que, siendo la fuente de la dicha, quiso bajar a este mundo y quiso llorar nuestras lágrimas (Jn 11, 35), para enjugarlas todas. No vino para hacemos llorar, sino para aliviar nuestro llanto. También las lágrimas son fruto del amor y la ternura, no de la debilidad.

4. Jesús es el Dios que, siendo la plenitud, se manifiesta insatisfecho, con deseos ardientes, con hambre y con sed, hijos asimismo del amor. Cuando pedía de beber es porque tenía sed de nuestra sed. Tenía hambre de justicia, la de Dios, de santidad y amor. Ése era el fuego que tanto deseaba que prendiera en la tierra (Lc 13, 49) Y con qué fuerza deseaba proteger a los polluelos y defender a su ciudad (Lc 13, 34; 19, 41-42)

5. Jesús es el Dios que, siendo «impasible», quiso ser apasionado, y sufrir la pasión humana. Por eso era com-pasivo y misericordioso. Esto no era un adjetivo, era un nominativo, una definición. Jesús no es misericordioso, es misericordia. Dicho de otro modo: es amor. Por eso no hacía falta repetirle: Jesús, ten misericordia ... ¿Cómo no la va a tener, si lo es? Si no tuviera misericordia se destruiría a sí mismo. «Misericordia quiero, no sacrificios» (Mt 9, 13)

6. Jesús es el Dios de la gloria, el que nadie podía ver, pero quiso manifestarse haciéndose de nuestra carne. En su faz dejaba transparentar la gloria divina (2Co 4, 6) Él era pura transparencia, corazón sin engaño, puro cristal, por eso no sólo veía al Padre, sino que lo transparentaba. «Quien me ve a mí ve al Padre» (Jn 14, 9)

7. Jesús es el Dios de la comunidad y comunión, y quiso instalarse en este mundo de división y discordia. Vino con la paz en sus manos, no para matar a los violentos, sino a la violencia. Para ello no sólo nos dio la paz, sino que se hizo Paz, amor que perdona y abraza (Ef 2, 14-16)

8. Jesús es el Dios inalcanzable, al que ninguna ofensa o flecha podía llegar, pero quiso ponerse a nuestro alcance, hasta el punto de padecer persecución ( Mc 8, 31). Por ser la Luz las tinieblas le hicieron la guerra. Por ser justo y santo, los malvados quisieron terminar con él, víctima inocente de todos los verdugos. Por ser la Verdad, tuvo que sufrir los ataques de los padres de la mentira.

jueves, 25 de diciembre de 2014

Navidad eres tú

La Navidad es un tiempo de gozo y de alegría por el nacimiento del Niño Jesús.
Pero a veces se corre el riesgo de quedarse en lo externo y no profundizar en lo verdaderamente importante: renovar la presencia de Jesús en los corazones de la personas.
El texto que comparto para meditar, atribuido al Papa Francisco, hace reflexionar sobre la importancia de interiorizar la Navidad a partir de las cosas sencillas y habituales que la rodean, resaltando el valor que tiene lo personal sobre lo externo.


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Navidad eres tú

La Navidad suele ser una fiesta ruidosa: nos vendría bien un poco de silencio, para oír la voz del Amor.

Navidad eres tú, cuando decides nacer de nuevo cada día y dejar entrar a Dios en tu alma.

El árbol de Navidad eres tú, cuando resistes vigoroso a los vientos y dificultades de la vida.

Los adornos de Navidad eres tú, cuando tus virtudes son colores que adornan tu vida.

La campana de Navidad eres tú, cuando llamas, congregas y buscas unir.

Eres también luz de Navidad, cuando iluminas con tu vida el camino de los demás con la bondad, la paciencia, la alegría y la generosidad.

Los ángeles de Navidad eres tú, cuando cantas al mundo un mensaje de paz, de justicia y de amor.

La estrella de Navidad eres tú, cuando conduces a alguien al encuentro con el Señor. Eres también los reyes Magos, cuando das lo mejor que tienes sin importar a quién.

La música de Navidad eres tú cuando conquistas la armonía dentro de ti.

El regalo de Navidad eres tú, cuando eres de verdad amigo y hermano de todo ser humano.

La tarjeta de Navidad eres tú, cuando la bondad está escrita en tus manos.

La felicitación de Navidad eres tú, cuando perdonas y restableces la paz, aun cuando sufras.

La cena de Navidad eres tú, cuando sacias de pan y de esperanza al pobre que está a tu lado.

Tú eres, sí, la noche de Navidad, cuando humilde y consciente, recibes en el silencio de la noche al Salvador del mundo sin ruidos ni grandes celebraciones; tú eres sonrisa de confianza y de ternura, en la paz interior de una Navidad perenne que establece el Reino dentro de ti.

Una muy Feliz Navidad para todos los que se parecen a la Navidad.



Taller de Oración

viernes, 12 de diciembre de 2014

Que sea misericordioso


Adviento es tiempo de cambio y conversión, para preparar la venida del Señor.

El Papa Francisco recuerda con frecuencia el tema del amor misericordioso de Dios para con los hombres.

Uniendo estas dos ideas, aquí va a continuación un texto para profundizar en el tema de la misericordia, que se pueden repartir entre los asistentes para meditar y luego debatir sobre él, añadiendo aspectos en los que se puede ser misericordioso.

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Que sea misericordioso

* Ayúdame a que mis oídos sean misericordiosos, para que tome en cuenta las necesidades de mi prójimo y no sea indiferente a sus sufrimientos y quejas.

* Ayúdame a que mi lengua sea misericordiosa, para que jamás hable negativamente de mi prójimo, sino que siempre tenga una palabra de consuelo y perdón para todos.

* Ayúdame a que mis manos sean misericordiosas y estén llenas de buenas obras, para que sepa hacer a mi prójimo exclusivamente el bien y cargue sobre mí las tareas más difíciles y penosas.

* Ayúdame a que mis pies sean misericordiosos, para que siempre me apresure a socorrer a mi prójimo, venciendo mi propia fatiga y cansancio. El reposo verdadero está en el servicio al prójimo.

* Ayúdame a que mi corazón sea misericordioso, para que yo sienta todos los sufrimientos de mi prójimo. A nadie le rehusaré mi corazón. Seré sincero incluso con aquellos que sé que abusarán de mi bondad. Soportaré mis propios sufrimientos en silencio.

miércoles, 10 de diciembre de 2014

El camino de la vida

El tema de la vocación es fundamental en la vida del cristiano. Sea la vida consagrada o la vida matrimonial hay que vivirlas con sentido y entrega generosa de uno mismo.

Este video, inspirado en el Camino de Santiago, hace una reflexión muy acertada sobre la vocación, con un lenguaje actual y juvenil, sobre cómo afrontar el futuro en la vida, las dudas y dificultades que surgen,...

Dura unos 45' y puede servir para motivar el tema con adolescentes, tanto en una catequesis como en una clase de religión. 

Después del video va un pequeño cuestionario para guiar el debate en grupo y la reflexión personal.





  • ¿Qué es la vocación?
  • ¿Cuándo aparece la vocación?
  • ¿Qué vocaciones tienen los protagonistas?

  • ¿En qué momento les surge la vocación?
  • ¿Cómo se descubre?
  • ¿Podemos estar seguros de la vocación personal?

  • ​¿Qué signos tiene la vocación?
  • ​¿Habla Dios a las personas? ¿​Cómo lo hace?​
  • ¿Porque hay un momento en que el chico tiene miedo y se enfada?

  • Preguntar a un consagrado cómo notó la llamada de Dios.
  • ¿Puedes decirle que no a Dios ? ¿Qué pasa si le dices que no a Dios?

  • ¿Cuál es la diferencia entre una ONG y una institución religiosa si los dos hacen el bien a los demás?
  • ¿Hay alegría en la consagración a Dios?