martes, 8 de octubre de 2013

Decálogo del catequista

Recientemente se celebró en Roma un Congreso Internacional sobre la Catequesis que reunió a más de 1.600 catequistas de todo el mundo.

Y el Papa Francisco esbozó en sus palabras 10 aspectos que marcan el trabajo de un buen catequista o de un buen evangelizador, y que pasan, como no podría ser de otra forma, por el trato personal e íntimo con Jesús y la coherencia de vida entre lo que decimos y lo que hacemos.

Como este blog va dedicado a catequistas y evangelizadores, recojo estas 10 cuestiones en forma de decálogo para que nos sirva de ayuda y meditación y para que nuestro trabajo en la transmisión del mensaje de Jesús sea más fructífero.

===================
Decálogo del catequista
 
1. Ser, no hacer de: El Papa recordó que «la catequesis es una columna para la educación de la fe, y ¡se necesitan buenos catequistas!» Aunque ellos, como todo evangelizador, tienen que «ser catequistas; no trabajar de catequistas ¡eso no sirve!».

2. Primero, el testimonio: «Ser catequista [o evangelizador] significa dar testimonio de la fe; ser coherente con la propia vida. Y esto no es fácil. Nosotros ayudamos, guiamos hacia el encuentro con Jesús con las palabras y con la vida, con el testimonio. Me gusta recordar aquello que san Francisco de Asís decía a sus frailes: Predicad siempre el Evangelio y, si fuese necesario, también con palabras. Pero antes, el testimonio: que la gente vea en vuestra vida el Evangelio, que pueda leer el Evangelio».

3. Partir de Cristo: «Ser catequista [o apóstol] requiere amor, amor a Cristo cada vez más fuerte, amor a su pueblo santo. Y este amor no se compra en las tiendas. ¡Este amor viene de Cristo! Partir desde Cristo significa tener familiaridad con Él. Tener esta familiaridad con Jesús. (...) Si estamos unidos a Él, podemos dar fruto. (...) Y esto vale siempre, ¡es un camino que dura toda la vida!»

4. Ante el sagrario: Estar ante el sagrario «enardece el corazón, tiene encendido el fuego de la amistad con el Señor, te hace sentir que Él te mira verdaderamente, te es cercano y te quiere. (...) ¿Tengo momentos en los que permanezco en su presencia, en silencio, me dejo mirar por Él? ¿Dejo que su fuego enardezca mi corazón? Si en nuestro corazón no existe el calor de Dios, de su amor, de su ternura, ¿cómo podemos nosotros, pobres pecadores, enardecer el corazón de los demás?».

5. Al encuentro del otro: «Mientras más te unes a Jesús y Él se vuelve el centro de tu vida, más Él te hace salir de ti mismo, te descentraliza y te abre a los otros», pues «donde hay verdadera vida en Cristo, hay apertura hacia el otro, hay salida de sí para ir al encuentro del otro en el nombre de Cristo. Y éste es el trabajo del catequista [del evangelizador]: salir continuamente de sí por amor, para testimoniar a Jesús y hablar de Jesús, predicar a Jesús».

6. Sin miedo: «Partir de Cristo significa no tener miedo de ir con Él a las periferias», significa «no tener miedo de salir de nuestros esquemas para seguir a Dios, porque Dios va siempre más allá. ¿Sabéis una cosa? ¡Dios no tiene miedo! ¡Está siempre más allá de nuestros esquemas!».

7. Ser creativos: «La creatividad es como la columna del ser catequista», pues «Dios es creativo, no es cerrado, y por esto jamás es rígido. Nos acoge, nos viene al encuentro, nos comprende. Para ser fieles, para ser creativos, es necesario saber cambiar. ¿Y por qué debo cambiar? Para adecuarme a las circunstancias en las que debo anunciar el Evangelio».

8. El riesgo de apoltronarse: El Santo Padre alertó a los evangelizadores del «riesgo de apoltronarse, de la comodidad, de la mundanidad en la vida y en el corazón, de concentrarnos en nuestro bienestar», pues «si las cosas, el dinero, lo mundano se convierten en el centro de la vida, nos aferran, se apoderan de nosotros, perdemos nuestra propia identidad».

9. Hacer memoria de Dios: «El catequista [evangelizador] es quien custodia y alimenta la memoria de Dios; la custodia en sí mismo y sabe despertarla en los demás», ya que «para cada uno de nosotros, para todo cristiano, la fe contiene precisamente la memoria de la historia de Dios con nosotros, la memoria del encuentro con Dios, que es el primero en moverse, que crea y salva, que nos transforma; la fe es memoria de su Palabra que inflama el corazón, de sus obras de salvación con las que nos da la vida, nos purifica, nos cura, nos alimenta».

10. Sin quitar ni añadir: «El catequista [evangelizador] es un cristiano que pone esta memoria al servicio del anuncio; no para exhibirse, no para hablar de sí, sino para hablar de Dios, de su amor y su fidelidad. Hablar, transmitir todo lo que Dios ha revelado, es decir, la doctrina de su totalidad, sin quitar ni añadir».
 

jueves, 4 de julio de 2013

Oración de San Francisco

Una característica fundamental del cristiano es vivir más pendiente de los demás que de uno mismo, dando testimonio del amor de Dios, hasta llegar, si es Su voluntad, a la entrega de la propia vida.

Esto lo han comprendido muy bien los santos y de una forma especial San Francisco de Asís, que lo ha recogido en una hermosa y conocida oración que lleva su nombre.

Dentro de un retiro o convivencia se puede utilizar para motivar la meditación sobre la misión del cristiano en la sociedad y es un buen complemento de la dinámica sobre la propia vocación, que se puede ver en la entrada Mira a tu alrededor... ¡y haz algo!

==================================   
Oración de San Francisco

Señor, haz de mí un instrumento de tu paz:

donde haya odio, ponga yo amor,
donde haya ofensa, ponga yo perdón,
donde haya discordia, ponga yo unión,
donde haya error, ponga yo verdad,

donde haya duda, ponga yo la fe,
donde haya desesperación, ponga yo esperanza,
donde haya tinieblas, ponga yo luz,
donde haya tristeza, ponga yo alegría.

Oh, Maestro, que yo no busque tanto
ser consolado como consolar,
ser comprendido como comprender,
ser amado como amar.

Porque dando se recibe,
olvidando se encuentra,
perdonando se es perdonado,
y muriendo se resucita a la vida eterna.

San Francisco de Asís


Taller de Oración

martes, 18 de junio de 2013

El reloj del Purgatorio

Últimamente no se suele hablar del Purgatorio, cosa que hace tiempo era más frecuente.
   
Visitando la parroquia de Berzosa de Lozoya, en la Sierra Norte de Madrid, encontré unas señoras ya muy mayores que me recitaron una oración llamada El reloj del Purgatorio. Se la había enseñado su abuela de viva voz y ellas mantenían la tradición. Está dedicada a las almas del Purgatorio, para pedir por ellas y que vayan al cielo cuanto antes.

Me ha parecido interesante recogerla en el blog pues es la primera vez que la escuchaba, y creo que es bonito recuperar estas oraciones tradicionales de nuestros antepasados.

Puede ser útil para meditar sobre las ánimas del Purgatorio.

================
El Reloj del Purgatorio

Estad atentos mortales
para poder explicar
el reloj del Purgatorio
cuando la hora va a dar.

A la una fuertes gritos
el corazón se devoran
¡nadie se acuerda de mí!
dice el ánima más sola.

A las dos entre las llamas
las ánimas nos avisan
las aliviemos de penas
con oraciones y misas.

A las tres en general
nuestras penas se hacen doble
sólo por no haber repartido
esa limosna a los pobres.

Cuando el reloj se prepara
para las cuatro tocar
y los cuatro evangelistas
por las ánimas rogar,

se abre la puerta a las cinco
y San Jerónimo dice:
no os traigo ningún consuelo,
pobrecitas infelices.

A las seis las que quedamos:
un padrenuestro siquiera
para tener el alivio
de tan abundantes penas.


Herederos acudid,
que el reloj marca las siete.
No os traigo ningún consuelo
hijos, hermanos, parientes.

Si nos vierais a las ocho
padecer en los tormentos,
la sangre del corazón
vertierais del sentimiento.

La Virgen con nueve coros
cuando da las nueve y llega
ya saca del Purgatorio
a la que purgó sus penas.

A las diez todas padecen
grandes penas y tormentos
sólo por no haber guardado
de Dios los diez mandamientos.

Once mil vírgenes fueron
coronadas de laurel
y a las once las suplico
las saquen de padecer.

A las doce le suplico
al Divino Apostolado
ruegen los Doce por ellas
a Cristo crucificado.

Todo cristiano piadoso
debe tener en memoria
el reloj del Purgatorio
pidiéndole a Dios la gloria
por estas almas. Amén.

Feligresas de Berzosa de Lozoya


Taller de Oración

viernes, 7 de junio de 2013

¿Eres católico?

Una pregunta que nos hacemos frecuentemente es: ¿nuestra sociedad es realmente católica?, la cual está relacionada con otra no menos importante: ¿somos católicos de verdad cada uno de los que nos confesamos como tales?

Creo que es un tema importante para reflexionar en todo momento, y especialmente en la época de catequesis.

En este video se hace un juicio a una joven por decirse católica, y a mí me ha hecho pensar de verdad en mi papel como cristiano. Está en inglés con subtítulos en español pero se sigue muy bien. Y el final es inesperado y sorprendente.

Puede utilizarse al inicio de los cursos de catequesis para mostrar las implicaciones de confesarse católico o bien al final para fijar las ideas que se han ido exponiendo.  





Taller de Oración

sábado, 1 de junio de 2013

Peticiones desoídas

Una 'queja' frecuente de algunos cristianos es que 'Dios no les oye' cuando hacen oración, pues se acercan a El pidiendo un favor y no encuentran la respuesta esperada.

En esta entrada comparto una poesía que sirve para reflexionar sobre nuestra relación con Dios, nuestras peticiones y su respuesta.

Si se quiere trabajar en forma de dinámica se puede repartir el texto y después de un rato de reflexión en silencio poner en común las aportaciones de cada uno.

================
Peticiones desoídas

Yo había pedido a Dios poder para ser amado,
y me he encontrado con el amor para no necesitar ser poderoso.

Yo le había pedido la salud para hacer grandes cosas,
y me he encontrado con la enfermedad para hacerme grande.

Yo le había pedido la riqueza para ser feliz,
y me he encontrado con la felicidad para vivir la pobreza.

Yo le había pedido leyes para dominar a otros,
y me he encontrado libertad para liberarlos.

Yo le había pedido admiradores para estar rodeado de gente,
y me he encontrado amigos para no estar solo.

Yo le había pedido ideas para convencer,
y me he encontrado respeto para convivir.

Yo le había pedido dinero para comprar cosas,
y me he encontrado personas para compartir mi dinero.

Yo le había pedido una religión para ganarme el cielo,
y Él sólo me ha dado su Hijo para acompañarme en la tierra.

Yo le había pedido de todo para gozar en la vida,
y Él me ha dado la vida para que goce de todo.

Yo le había pedido ser un dios,
y Él eligió ser humano como yo.

                                     J. A. García-Monge

Taller de Oración

miércoles, 29 de mayo de 2013

Mira a tu alrededor... ¡y haz algo!

El tema de descubrir la vocación a la que estamos llamados es importante sobre todo en esa etapa de la vida en que tenemos que fijar nuestro camino y decidir los objetivos que llenan nuestro corazón. Y es un proceso no fácil que requiere momentos de reflexión y discernimiento.

En esta dinámica se medita sobre las necesidades que el ser humano contempla a su alrededor y cómo puede ayudar a resolverlas con su compromiso personal, siguiendo cuatro pasos: 1º) Mirar; 2º) Soñar; 3º) Actuar; y 4º) Comprometerse.

Está dirigida a adolescentes, para grupos de confirmación o para una clase de religión.

=================
Dinámica: Mira a tu alrededor... ¡y haz algo!

Objetivo:
1) despertar en los jóvenes la conciencia de estar llamados a vivir activamente su vocación cristiana.
2) Dar pistas que apunten a una misión específica a la que dedicar la vida.
Realizado de manera que sea el propio joven quien piense sobre sí mismo. Por ello, aunque se propone un guión hay que ser suficientemente flexible para que cada uno descubra su propia vocación. 

Duración:
Entre una hora y hora y media, dependiendo del tiempo dedicado a cada apartado.

Material:
4 hojas por participante y fotocopia de la letra de la canción Hacen falta brazos que va en el anexo. Si se quiere, cada una puede ir fotocopiada con lo esencial de cada apartado. Se reparten cada una a su tiempo para no ir adelantando ideas.

Realización:
Consta de 4 apartados. Cada uno se inicia motivándolo con una frase del evangelio, luego se centra el tema durante unos minutos y se deja tiempo de reflexión personal, escribiendo las ideas principales en la hoja repartida.
A modo de guión se puede seguir el siguiente esquema:

1.- Mirar

Y al desembarcar, vio mucha gente, sintió compasión de ellos, pues estaban como ovejas que no tienen pastor, y se puso a enseñarles muchas cosas (Mc 6, 34).

Basta una mirada a nuestro alrededor para descubrir necesidades de las personas.

- La toma de conciencia de las necesidades que descubrimos a nuestro alrededor puede ser el punto de partida para descubrir la vocación.
-Sentir la llamada de Dios a partir de las necesidades que se descubren en el entorno es uno de los modos de descubrir una vocación.
-El primer momento de esta dinámica puede ser una reflexión compartida sobre las necesidades que descubrimos en nuestro entorno, que pueden ser:
* Necesidades en los demás (familia, compañeros, amigos, barrio, ambiente, sociedad, cultura, mundo...)
* Necesidades en mí mismo.
(Aquí entran situaciones de pobreza, enfermedad, ancianos abandonados, ausencia de Dios, maltrato, hedonismo,...)

Actividad:
Escribir en la hoja de papel las necesidades que cada uno ve a su alrededor o en el mundo.

2.- Soñar

Y les dijo: “La mies es mucha, y los obreros pocos. Rogad, pues, al Dueño de la mies que envíe obreros a su mies” (Lc 10, 2)

Frente a las necesidades que se observan, abrir nuestro corazón y soñar en un mundo mejor haciendo frente a las mismas, pensando cómo solucionarlas.

- Reflexionar sobre las vías de solución de los problemas, lo que nos gustaría, independientemente de si podemos realizarlo o no.
(Aquí entraría cuidar enfermos, educación, asistir a los pobres, escuchar a las personas,..)

Actividad:
Escribir cómo resolvería cada uno las necesidades anteriores y comentar las palabras de Benedicto XVI del Anexo I.


3.- Actuar

Él les contestó: ‘Dadles vosotros de comer’ (Mc 6, 37a).

Tiempo de pasar a la acción y no quedarse cruzado de brazos. Pensar en ejemplos y personas concretas que han pasado a la acción y han hecho realidad sus sueños.

- Meditar sobre personas o grupos que no se han quedado en la teoría y cómo han actuado frente a las necesidades.
- Recordar vidas de santos o personas ejemplares que han dejado huella: San Juan Bosco, S. Juan de Dios, Madre Teresa de Calcuta, cura de Ars, misioneros anónimos,...

Actividad: 
Meditar y comentar la poesía Hacen falta manos del Anexo II. Se puede escuchar o ver el video.

4.- Comprometerse

Vio a dos hermanos ... que estaban echando el copo en el lago, pues eran pescadores. Les dijo: "Venid y seguidme, y os haré pescadores de hombres." Inmediatamente dejaron las redes y lo siguieron. (Mt 4, 18-20)

Pasar de 'lo que han hecho los demás' a 'lo que voy a hacer yo', del 'qué quiero hacer de mi vida' al 'Señor, qué quieres que haga'.
Dios nos llama a cada uno a colaborar en su plan divino, no sólo a los 'elegidos'.
Reflexionar sobre el sentido de la vocación cristiana.
Recordar que para descubrir lo que Dios quiere de nosotros hay que promover la oración personal.

Actividad:
Reflexionar y comentar el texto del Anexo III.

Anexo I

Mensaje de Benedicto XVI (13-4-2008)

El amor de Cristo, de hecho, viene comunicado a los hermanos con ejemplos y palabras; con toda la vida. «La vocación especial de los misioneros ad vitam –escribió mi venerado predecesor Juan Pablo II– conserva toda su validez: representa el paradigma del compromiso misionero de la Iglesia, que siempre necesita donaciones radicales y totales, impulsos nuevos y valientes» (Encl. Redemptoris missio, 66).



Anexo II

Hacen falta brazos

Hacen falta brazos,
hace falta gente con conciencia.
Hace falta gente que se tome muy en serio
el destino de los pueblos sin futuro.

Hacen falta testigos
que nos toquen las entrañas,
que despierten la conciencia
tan dormida y tan callada,
pues así no hacemos nada.

Hacen falta brazos
que no se dejan torcer,
que hagan de su canto de los pobres su voz.
Gente muy humana
que nos haga recordar
el sentido de la vida que sólo Dios puede dar.

Hace falta caridad.
Hace falta gente con entereza.
Hace falta gente que trabaje
en la brecha de esta tierra
acosada por el hambre.

Hacen falta signos,
que dejemos las teorías,
que inundemos de esperanza
a quien vive a nuestro lado,
que mañana Dios dirá.

Video con la canción (dos versiones a elegir la que mejor se adapte al grupo):









Anexo III

Vida plena, a pesar de los deseos insatisfechos.

Desde el principio, Dios se ocupa de cada uno de nosotros de una manera absolutamente personal, pero su esfuerzo por ganarnos para sí no coarta nuestra libertad. Por eso, en ocasiones su voz también se queda sin ser escuchada. «¡Elige la forma de vida y la tarea vital que mejor te permitan ser una persona desbordante de amor!»: tal es el consejo que doy a las personas con espíritu de búsqueda. Pues «al atardecer de la vida sólo se nos examinará del amor» (Juan de la Cruz).
Cuanto mayores nos hacemos, tanto más nítida es la conciencia que cobramos de la fragilidad de la vida. Puesto que se nos ha otorgado la gracia para llevar adelante un valeroso proyecto cristiano de vida, si nos esforzamos a diario por permanecer fieles a él, a pesar de nuestras limitaciones y superando todas las crisis, podre mos vivir la siguiente experiencia: ¡con Dios es posible una vida plena aún cuando algunos de nuestros deseos queden insatisfechos!

«Es inimaginable lo que Dios puede hacer con los fragmentos de nuestra vida si los ponemos sin reservas en sus manos» (Blaise Pascal).

miércoles, 1 de mayo de 2013

La preciosidad del silencio

En esta sociedad tan ajetreada en que vivimos, el silencio es un valor muy bueno para potenciar la meditación y siempre viene muy bien.

Pero silencio no sólamente es estar callado. Esta poesía nos introduce en los valores que tiene el silencio y puede ser un buen instrumento para una meditación.
====================
La preciosidad del silencio

Pon, Señor, en mi boca un centinela,
Un vigía a la puerta de mis labios (Salm 141,3)
… Pero Jesús callaba (Mt 26,63)

El silencio es Mansedumbre...
Cuando no te defiendes de las ofensas,
Cuando no reclamas tus derechos,
Cuando dejas que Dios te defienda...
El silencio es Mansedumbre.

El silencio es Misericordia...
Cuando no revelas las faltas de tus hermanos a otros,
Cuando estás siempre dispuesto a olvidar sin volver a tu pasado,
Cuando no juzgas pero rezas en tu corazón...
El silencio es Misericordia.

El silencio es Paciencia...
Cuando aceptas el sufrimiento sin gruñir pero alegremente,
Cuando no buscas consolaciones humanas,
Cuando no te vuelves ansioso,
Pero esperas con paciencia por la semilla que germine...
El silencio es Paciencia.

El silencio es Humildad...
Cuando no hay competición,
Cuando consideras que la otra persona es mejor que tú,
Cuando dejas que tu hermano nazca, crezca y madure,
Cuando alegremente abandonas todo al Señor,
Cuando tus acciones pueden ser mal interpretadas,
Cuando dejas a otros la gloria de la iniciativa...
El silencio es Humildad.

El silencio es Fe ...
Cuando guardas silencio 
porque sabes que el Señor actuará,
Cuando renuncias a la voz del mundo 
para permanecer en la presencia del Señor,
Cuando no te esfuerzas por ser comprendido
porque te basta saber que el Señor te comprende...
El silencio es Fe.

El silencio es Adoración...
Cuando abrazas la cruz
sin preguntar por qué...
El silencio es Adoración.

… Pero Jesús callaba

sábado, 30 de marzo de 2013

Via Crucis

Hace tiempo participé en una Semana Santa en un pueblecito de la Sierra de Madrid, en el que conservaban la tradición de recitar un Via Crucis en verso que data de principios del siglo XX.

El autor es el P. Angel de Abárzuza, sacerdote capuchino de Navarra. Este Via Crucis fue muy difundido en su época ya que al estar escrito en verso facilitaba mucho su memorización, además de ser sencillo, breve y profundo.

==============
Vía Crucis, del R.P. Ángel de Abárzuza


Oración introductoria

Ya vengo, Jesús amado,
a considerar, contrito,
aquel amor infinito
que en la cruz me habéis mostrado.
Sea para el corazón,
luz que lo guíe hacia el cielo,
fuente viva de consuelo
y esperanza de perdón.


I - Jesús condenado a muerte

Al Dios bueno, santo y fuerte,
que da a los hombres la vida,
juzgan como a un homicida,
y le condenan a muerte.
Y Él, queriéndome salvar,
con su divina obediencia,
aunque es cruel la sentencia,
la acepta sin vacilar.


II - Sale Jesús con la Cruz a cuestas

Ya Jesús a morir va,
con marcha lenta y penosa,
vertiendo Sangre preciosa
en cada paso que da.
No la Cruz de los judíos
causa su dolor profundo;
son los pecados del mundo,
y son los pecados míos.


III - Cae Jesús la primera vez

Oprimido el Rey del cielo
por madero tan pesado,
se inclina, todo angustiado,
y cae por fin al suelo.
Si quieres tú, pecador,
ayudarle a levantar,
deja luego de pecar,
y conviértete al Señor.



IV - Jesús encuentra a su Madre

¡Qué dolor debió sentir
María al ver a Jesús
que, cargado con la Cruz,
iba al Calvario a morir!
¡Oh, María, Virgen pura!
¡Oh, Jesús entristecido!
¡Perdonadme, que yo he sido
causa de vuestra amargura!




V - Jesús ayudado por el Cireneo

Temiendo que muera el Reo
si en su ayuda no se acude,
llaman para que le ayude
a Simón el Cireneo.
No es necesario llamar
a ese piadoso judío:
¡Dadme vuestra Cruz, Dios mío,
que yo la quiero llevar!


VI - La Verónica enjuga el rostro de Jesús

Una mujer esforzada
sale al medio del camino
y enjuga el rostro divino,
sin miedo a la turba airada.
Yo a veces siento el afán
de ser virtuoso también,
y dejo de hacer el bien
por temor al qué dirán.


VII - Cae Jesús la segunda vez

Casi sin fuerza y sin vida
por lo acerbo del dolor,
da mi amable Salvador
una segunda caída.
¡Señor, si vais a caer,
tended hacia mí la mano,
que sois mi padre y mi hermano,
y os quiero sostener!


VIII - Jesús consuela a las mujeres

A las hijas de Sión,
que lloran amargamente,
les manda Dios dulcemente
que no lloren su Pasión;
pues si Dios está afligido
de ver al hombre pecar,
más importante es llorar
el pecado cometido.


IX - Cae Jesús por tercera vez

¿Cómo no compadecer
al Redentor amoroso,
cuando camina, angustioso,
y cae y vuelve a caer?
Si esas caídas, Señor,
efectos son del pecado,
¡Sufra y sea despreciado
este indigno pecador!


X - Los verdugos desnudan a Jesús

Ponen sus manos impuras
sobre Jesús los sayones,
y le arrancan a estirones
sus sagradas vestiduras;
y al verse desnudo así
el Rey de la creación,
acepta esa confusión
y la ofrece a Dios por mí.


XI Jesucristo es clavado en la Cruz

Los verdugos inhumanos
al Inocente Cordero
lo tienden sobre el madero
y le clavan pies y manos.
¡Oh, Crucificado amable,
mi Rey, mi Padre y mi Dios,
dejadme morir por Vos,
porque yo soy el culpable!


XII - Jesucristo muere en la Cruz

¡Ya está en alto levantada
la Víctima del amor!
¡Ya agoniza el Salvador!
¡Ya se enturbia su mirada!
Su cuerpo tórnase yerto.
¡Ya su cabeza se inclina!
No hay vida en su faz divina.
¡Ya va a morir! ¡Ya se ha muerto!


XIII - Jesucristo es bajado de la Cruz

Contempla al Verbo del Padre,
por nosotros humanado,
exánime y desangrado
en los brazos de su Madre.
¡Perdón, oh Reina afligida,
Madre del muerto en la Cruz,
porque Tú le diste a luz,
y yo le quité la vida!

XIV - Jesucristo es puesto en el sepulcro

Aquel cuerpo Inanimado,
templo de un alma preciosa,
es puesto sobre una losa...
Y todo se ha consumado;
no resta sino exclamar
ante ese sepulcro abierto:
¡Oh Dios, por mis culpas muerto,
antes morir que pecar!

viernes, 29 de marzo de 2013

Camino de la Cruz: una oración compartida

Una de las oraciones tradicionales en Semana Santa es el Via Crucis, el Camino de la Cruz, en la que se recuerdan los momentos importantes de la Pasión y Muerte de Cristo.

Esta dinámica sigue el esquema del Via Crucis, cambiando la oración vocal por la meditación personal, y compartiendo en grupo la reflexión personal de cada uno. Además intenta favorecer el manejo del Nuevo Testamento para familiarizarse con las citas señaladas.

==========

Dinámica: Camino de la Cruz: una oración compartida

Objetivo: meditar y profundizar en la pasión de Jesús, intentando relacionarlo con nuestra vida diaria y siguiendo el esquema del Via Crucis, esto es, acompañando a Cristo en sus últimas horas.

Duración: Una hora. Antes hay que repartir las 14  estaciones entre los participantes y dejar un tiempo de meditación personal.

Material: Nuevo Testamento o Biblia. Recortar cada una de las 14 estaciones del texto y repartirlas. 

Realización sugerida:

1) Monición de entrada. Palabras breves sobre el objetivo de esta oración compartida.

2) El que dirige lee el texto correspondiente de la estación y deja un momento de silencio para que la persona que le ha tocado dé su reflexión. A cada estación se le dedican 4 minutos como máximo para no superar la hora.

3) Oración conclusiva. Puede ser: Acción de Gracias espontánea, Padrenuestro, Avemaría y Gloria.

4) Si se hace en un sitio cerrado puede haber música de fondo. (Pasión según S. Mateo de Bach, Requiem de Mozart,...)

Observación: El contenido de las estaciones puede variar según interese destacar un aspecto u otro. Se puede elegir entre los distintos Via Crucis publicados.


Estaciones:

1ª Estación: Jesús en el Huerto de los Olivos.
Texto: Mc 14, 32-36
Texto meditativo: Sal 42, 2-11; 43, 3-4
Reflexión personal: ¡Cuántas veces he dicho ‘aparta de mí este cáliz’! Velar para no caer  en tentación.

2ª Estación: Jesús, traicionado por Judas, es arrestado.
Texto: Mt 26, 47-50
Texto meditativo: Sal 41, 5-11
Reflexión personal: Ser de los tuyos y entregarte: no me dejes convivir con el engaño.

3ª Estación:  Jesús condenado por el Sanedrín.
Texto: Mt 26, 59-66
Texto meditativo: Sal 4, 2-9
Reflexión personal: Cuesta decir la verdad, pero sólo la Verdad nos hace libres.

4ª Estación: Jesús es negado por Pedro.
Texto: Mc 14, 66-72
Texto meditativo: Sal 139, 1-24
Reflexión personal: A veces me falta coraje para vivir comprometido, tengo miedo y le niego.

5ª Estación: Jesús es juzgado por Pilatos.
Texto: Mt 27, 24-26
Texto meditativo: Sal 7, 2-10
Reflexión personal: ¡Qué fácil lavarse las manos ante las injusticias y justificarme!

6ª Estación: Jesús es azotado y coronado de espinas.
Texto: Jn 19, 1-3
Texto meditativo: Sal 69, 2-18
Reflexión personal: Jesús pasa haciendo el bien, curando enfermos y ahora es azotado y coronado de espinas, ¿por qué? ¿Hago la vida de las personas más fácil?

7ª Estación: Jesús es cargado con la cruz.
Texto: Jn 19, 16-18
Texto meditativo: Sal 31, 2-23
Reflexión personal: Asumir mi cruz: mis infidelidades, mis defectos,... y caminar en pos de ti.

8ª Estación: Jesús es ayudado por Simón de Cirene a llevar la cruz.
Texto: Lc 23, 26
Texto meditativo: Sal 142, 2-6
Reflexión personal: ¿Y los que pasan a mi lado cargando con su cruz? ‘Con la medida que midas, serás medido’.

9ª Estación: Jesús se encuentra con las mujeres de Jerusalén.
Texto:  Lc 23, 27-28
Texto meditativo: Sal 34, 16-20
Reflexión personal: ¡Y aún tiene fuerzas para consolar a los que lloran!

10ª Estación: Jesús es crucificado.
Texto: Lc:23,33-34
Texto meditativo: Sal 51,3-6
Reflexión personal: ¿Cómo es mi perdón hacia los demás, cómo es mi amor por los que me ofenden?

11ª Estación: Jesús promete su reino al buen ladrón.
Texto: Lc 23, 39-43
Texto meditativo: Sal 17, 1-7
Reflexión personal: El condenado por los hombres promete la salvación.. ¡Señor, aumenta mi fe!

12ª Estación: Jesús en la cruz, María y el discípulo amado.
Texto: Jn 19, 25-27
Texto meditativo: 1 Sam 2, 2-10b
Reflexión personal: Cuando la fe se pone a prueba, allí está María.


13ª Estación: Jesús muere en la cruz.
Texto: Jn 19,28-30
Texto meditativo: Sal 69, 20-22
Reflexión personal: “ Tengo Sed de ti “ ¿Por qué no intentas abrirme tu corazón, ahora mismo, abrirlo más de lo que has hecho antes? Toda tu vida he estado deseando tu amor y nunca he cesado de buscarlo.

14ª Estación: Jesús es colocado en el sepulcro.
Texto: Mt 27, 57-60
Texto meditativo: Sal 88, 3-14
Reflexión personal: Se cierra el sepulcro. Se abre la esperanza. Dios habla en el silencio.



Taller de Oración