Adviento es tiempo de cambio y conversión, para preparar la venida del Señor.
El Papa Francisco recuerda con frecuencia el tema del amor misericordioso de Dios para con los hombres.
Uniendo estas dos ideas, aquí va a continuación un texto para profundizar en el tema de la misericordia, que se pueden repartir entre los asistentes para meditar y luego debatir sobre él, añadiendo aspectos en los que se puede ser misericordioso.
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Que sea misericordioso
* Ayúdame a que mi lengua sea misericordiosa, para que jamás
hable negativamente de mi prójimo, sino que siempre tenga una palabra de consuelo
y perdón para todos.
* Ayúdame a que mis manos sean misericordiosas y estén llenas de buenas obras, para que sepa hacer a mi prójimo exclusivamente el bien y cargue sobre mí las tareas más difíciles y penosas.
* Ayúdame a que mis pies sean misericordiosos, para que siempre me apresure a socorrer a mi prójimo, venciendo mi propia fatiga y cansancio. El reposo verdadero está en el servicio al prójimo.
* Ayúdame a que mi corazón sea misericordioso, para que yo sienta todos los sufrimientos de mi prójimo. A nadie le rehusaré mi corazón. Seré sincero incluso con aquellos que sé que abusarán de mi bondad. Soportaré mis propios sufrimientos en silencio.
* Ayúdame a que mis manos sean misericordiosas y estén llenas de buenas obras, para que sepa hacer a mi prójimo exclusivamente el bien y cargue sobre mí las tareas más difíciles y penosas.
* Ayúdame a que mis pies sean misericordiosos, para que siempre me apresure a socorrer a mi prójimo, venciendo mi propia fatiga y cansancio. El reposo verdadero está en el servicio al prójimo.
* Ayúdame a que mi corazón sea misericordioso, para que yo sienta todos los sufrimientos de mi prójimo. A nadie le rehusaré mi corazón. Seré sincero incluso con aquellos que sé que abusarán de mi bondad. Soportaré mis propios sufrimientos en silencio.
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